Esta iniciativa busca generar confianza en la comunidad, consolidar una cultura de rendición de cuentas y construir legitimidad acerca de las decisiones relevantes de la Universidad.
El nombramiento de directivos se hará de manera participativa y abierta, y procurará la paridad de género. Este proceso no solo ayudará a generar confianza; permitirá, al mismo tiempo, conocer en detalle la situación actual de facultades, centros y direcciones, de manera que se pueda construir conjuntamente un plan de acción articulado. Además, se pondrá en práctica un proceso más estructurado de evaluación de la gestión de los directivos que incorporará tanto la autoevaluación como una evaluación 360 con los principales stakeholders.