Esta iniciativa responde, en parte, a un mandato regulatorio. El Decreto 1330 de 2019 del Ministerio de Educación Nacional y el Acuerdo 02 del Consejo Nacional de Educación Superior requieren la implementación de un sistema de evaluación de los aprendizajes y la definición de los lineamientos del sistema de aseguramiento de la calidad.
Los registros calificados y las acreditaciones de programas e instituciones educativas típicamente se hacían con base en la calidad de los insumos. A partir del Acuerdo 02, resulta indispensable dar cuenta no sólo de los insumos sino también de los resultados de aprendizaje y las promesas de valor declaradas por cada programa académico en el perfil de los egresados. Como respuesta a este reto, la Universidad pondrá en marcha el sistema de evaluación de competencias transversales (entre ellas el pensamiento crítico, la ética, las habilidades de comunicación y el trabajo colaborativo). Por su parte, las facultades y centros estarán a cargo de la evaluación de competencias disciplinares dentro de sus respectivos pensum.